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Trabajos para mujeres y trabajos para hombres

  • Foto del escritor: COMSYSO
    COMSYSO
  • 8 mar 2021
  • 2 Min. de lectura

Supongamos que en un hospital hay dos vacantes: una en mantenimiento y otra en enfermería. Y tenemos dos aspirantes: uno femenino y uno masculino. Lo más seguro es que se venga a la cabeza tener un técnico en mantenimiento y una enfermera y es menos común imaginar el caso contrario.


Este conflicto tiene que ver con los roles impuestos por la sociedad, que nos hace pensar en trabajos concretos definidos para hombres y otros para mujeres. Si el trabajo requiere fuerza como el de la construcción nuestra estructura nos dicta deba ser para hombres, mientras que, los referentes al cuidado de personas se rotula para las mujeres.


Esta es una estructura que se debe romper. Es necesario entender que el desempeño laboral no es una cuestión de género sino de aptitudes y capacidades que cada quien tenemos como humanos que somos. Son estos rasgos individuales los que se debe considerar al momento de seleccionar el personal, por medio de un proceso justo donde se evalúe los conocimientos, experiencias y habilidades requeridas para las funciones que se van a realizar, sin prejuicios de género.


Modificar estos pensamientos nos lleva también a cambiar comportamientos inadecuados como el hecho de llamar “machona” a una mujer que realiza tareas que tradicionalmente han sido efectuadas por hombres, o de burlarse de un hombre por hacer un trabajo de “mujercitas”.


Si bien es cierto que existen diferencias biológicas entre sexos, estás son motivo de consideración para adecuar el trabajo, mas no, para discriminar. Con la evaluación del puesto de trabajo se adapta las condiciones del mismo a las características de la persona que lo va a ejecutar.


Aquí cobra mucha importancia prever y controlar los posibles riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores con sus individualidades. En el caso de las mujeres, si está en periodo de embarazo o lactancia se hace indispensable la valoración. Por ejemplo, si trabaja con algún tipo de químico o radiación será necesario reducir el tiempo de exposición o cambiar de tarea para no afectar al bebé.


La dirección tiene la responsabilidad de cambiar la cultura organizacional estableciendo políticas que brinden igualdad de oportunidades y dando programas de concientización que eviten la discriminación o alguna clase de violencia de género. Los profesionales de la prevención de riesgos laborales también forman parte importante para apoyar el proceso de transformación, pero está en manos de todos erradicar desigualdades y eliminar estereotipos que nos permitan vivir en un entorno más armonioso.



 
 
 

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