Pirámide de Maslow y la Prevención de Riesgos Laborales

Abraham Maslow ha establecido una teoría que jerarquiza las necesidades humanas desde las mas básicas en la parte inferior de una pirámide hasta las aspiraciones personales más altas en la parte superior de esta, estableciendo que; conforme se satisfacen las necesidades de la base se piensa en escalar en la pirámide hasta su cúspide.

En este artículo vamos a relacionar como desde la prevención de riesgos laborales ayudamos a los trabajadores a cubrir sus necesidades. El beneficio no es solo individual, sino que al ascender en la pirámide se puede percibir un crecimiento en la organización porque la productividad se incrementa cuando el personal está motivado y se siente realizado.

Revisemos las necesidades de cada nivel:

• Fisiológicas: Son las referentes a la alimentación, hidratación, descanso. Corresponde a la organización del trabajo permitir los tiempos adecuados para satisfacer estas necesidades básicas.
  

• Seguridad: Engloba el bienestar físico, estabilidad y la calma de contar con los recursos suficientes. Mucho del trabajo de prevencionista se vuelca en este punto ya que nuestro compromiso es con la protección. Con la gestión de los riesgos laborales se garantiza un lugar libre de peligros para trabajar sin miedos, en un ambiente saludable y bajo condiciones justas para tranquilidad del trabajador.
  

• Afiliación: Es la relacionada a la vida social. Requiere perseguir un clima laboral optimo donde reine el respeto y compañerismo para que los colaboradores se sientan integrados y a gusto. Así logramos incrementar su sentido de pertenencia con resultados frutíferos para la empresa. Además, la planificación de los horarios debe permitir al trabajador compartir con familia y amigos.
  

• Reconocimiento: incluye el propio y el de los demás. Es indispensable valorar la formación y experiencia de las personas colocándolas en puestos acordes a sus competencias reales, reconocer sus logros profesionales y los alcanzados dentro de la compañía. Esto aumenta la confianza en sí mismo y motiva a prosperar superando las expectativas establecidas por la organización.
  

• Autorealización: es el último peldaño que se alcanza luego de cubrir todos los aspectos anteriores y solo queda acompañar a los colaboradores en el camino al éxito común.